Para el día de la mujer he intentado homenajear a alguna verata que fuera ilustre, pero no la he encontrado, no porque no haya mujeres veratas maravillosas -conozco a muchas- sino porque ya sabemos que las andanzas de las mujeres no se ven, se ignoran o se atribuyen a los hombres, y sacarlas del olvido es una tarea que cuesta. Pero la búsqueda no ha sido en vano, porque me he encontrado con muchas extremeñas estupendas en todos los órdenes: médicas, conquistadoras, santas, feministas, luchadoras antifascistas, escritoras… Algunas de ellas ni siquiera están en la Wikipedia, como Inés Muñoz, una cuñada de Pizarro que llevó el trigo a América, y que dejó un diario que me encantaría leer entero, porque me pareció humano y maravilloso, una mujer verdaderamente abierta a las nuevas costumbres que veía en Perú.
Busquemos mujeres veratas peleonas, no dudéis en mandarme noticias de ellas, y de paso celebremos el día de la mujer recordando a todas las mujeres cuya profesión era “sus labores”, que parece que nunca trabajaron, pero que además de trabajar en el campo tanto como sus maridos, hijos o hermanos, nunca les queda pensión, y jamás cobraron tampoco por cuidar de todos, ahorrándole al estado buena parte del gasto en sanidad, guarderías, residencias, transportes escolares, y demás.
A la huelga, compañeras!!!!