En un tiempo en que se prodiga tanto el tuteo, a nadie le extrañaba que a Doña Marti se le siguiera llamando así, con todo el respeto que se ganó mientras dejaba su impronta en el instituto de Jaraíz, del que fue directora y del que siempre fue una especie de directora honoraria, ya que podíamos contar con su presencia y su ayuda cada vez que el instituto lo necesitara.
Fue, además, una mujer conocedora de todo cuanto avatar sucediera en el Jaraíz antiguo y moderno, no hubo personaje ni institución jaraiceña del que no hubiera hecho un gran estudio, lo saben bien quien algo haya leído esta página que se nutre de su sabiduría, ya que nosotras aprendimos de ella todo lo que sabemos de la historia de Jaraíz. Fue una dedicada cronista de la villa, y bien merecidos se tenía los nombres de calles y bibliotecas que han tenido a bien ponerle como homenaje.
Siempre tan alegre y bien vestida, tan animosa, el la página de facebook de las fotos antiguas de Jaraíz hay muchas fotos de ella en excursiones con los alumnos, en actos y fiestas oficiales que son testimonio de su gran vitalidad. Descanse en paz , Doña Marti, y que la tierra le sea leve.